Los partidos políticos que el año pasado recibieron la aprobación para poder competir en el proceso electoral de este año son todo, menos independientes.
El que no tiene una liga directa con el poder que presentan diversos personajes del actual régimen, trae consigo una relación con el pasado, ése que ha sido identificado por la autollamada 4T como la “mafia del poder”, creada y fortalecida por el PRIAN.
Los nuevos partidos son pequeños, dependientes de intereses vinculados al poder y tienen como común denominador la carencia de militantes suficientes, para postular candidatos que representen los ideales de cada uno de ellos de manera convincente.
Ejemplos como el de Fuerza Social por México, creado bajo la influencia del senador suplente Pedro Haces, dirigente de una agrupación sindical afín a la 4T y encabezado por el diputado poblano Gerardo Islas, es uno de los casos más emblemáticos.
Fuerza Social por México se dice un partido de centro izquierda, entre cuyos objetivos está el de defender los principios que han dado origen al actual régimen, que promueve sus acciones bajo el mote propagandístico de la “Cuarta Transformación “.
FSM, por cierto, es el único partido que no cumplió con lo establecido en la ley, al no presentar su plataforma electoral ante el Ietam y, por tanto, no podrá participar en los comicios de junio próximo. A menos, claro, que el Tribunal Electoral se lo permita, tal como lo hizo a nivel federal esa institución al otorgarle el registro para que pueda competir como aliado de facto de Morena y otros partidos satélite.
El punto aquí es que tanto Fuerza Social por México como Redes Sociales Progresistas (RSP) y Encuentro Solidario el antiguo Encuentro Social matan a tener que buscar candidatos para que los representan en las elecciones a los 43 Ayuntamientos, los distritos locales y federales, además de integrar todas las planillas a las Presidencias Municipales.
Como no tiene suficientes militantes o cuadros políticos con determinada experiencia, esos partidos nuevos y pequeños van a tener que buscar entre la sociedad civil -lo cual es muy bueno-, pero anticipo que muy probablemente van a esperar que los demás partidos desechen a quienes no los van a representar y entonces sí, les van a ofrecer las nominaciones disponibles.
Es saludable para la vida democrática que haya opciones para que los ciudadanos voten a favor de quienes creen que pueden representarlos bien. Lo que no es bueno ni recomendable es que cada sexenio surjan nuevos partidos que son efímeros, que solamente reciben recursos públicos para financiar sus aventuras y no aportan gran cosa al desarrollo de la democracia.
Uno de los principales problemas es que esos partidos nuevos están ligados al poder en turno de una forma u otra. Y como rémoras, sobreviven si les garantizan a los grandes tiburones de la política institucionalizada su legitimidad en elecciones cuestionables.
Así sucedió en el pasado con los desaparecidos PPS, PARM y PFCRN. También con el Partido Humanista y otros tantos.
Hay algunos que han permanecido, uncida su voluntad al criterio de sus controladores desde el poder, como el Verde y el PT. Más recientemente, Nueva Alianza y el viejo PES.
Los de hoy, los nuevos, son igualmente pequeños y comparten su ADN con quienes hoy están en el poder y se dicen demócratas.
Sin candidatos, pero con recursos públicos a su disposición, los nuevos partidos pintan para ser todo, menos opciones auténticamente independientes.
PARA TERMINAR
Ayer se registró en Victoria Gina Barrios González, quien aspirantes a ser candidata del PRI a la diputación por el distrito 8.
Gina es una militante que se ha mantenido leal a su partido, al cual le corresponde con trabajo lo mismo desde el servicio público que a través de responsabilidades partidistas.
Ella seguramente hará fórmula con Mercedes del Carmen Guillén Vicente, quien quiere ser la abanderada del tricolor a la Alcaldía porteña.

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