¿Quién será el primero -o la primera- de los funcionarios de los Vientos de Cambio que será objeto de una acción legal en los siguientes meses?.

Porque de que habrá más que denuncias públicas, es un hecho. En las áreas en las que se comprueben anomalías, las cosas serán revisadas escrupulosamente. Les diré por qué.

El inicio del gobierno encabezado por Américo Villarreal marcó también la reanudación del discurso que cada sexenio nos acostumbramos a escuchar, sobre el estado que guardan los bienes y recursos públicos.

Desde el primer día, el mandatario dejó claro que su administración se moverá en una línea entre la austeridad y la reasignación de recursos de programas no esenciales hacia esquemas que busquen rescatar, mejorar y aumentar la productividad en el campo. También, evitar el dispendio y combatir la corrupción serán banderas de la Cuatroté.

Otro aspecto que Villarreal anticipó como uno de los ejes de su gobierno es el de la aplicación de mecanismos de control y seguimiento en procesos administrativos y financieros, para evitar lo que dijo han sido “moches y empresas fachada”, en clara alusión a una práctica gubernamental de uso del dinero de manera poco clara, aunque difícilmente detectable dentro de los márgenes legales.

El asunto de los llamados “moches” que no es otra cosa que el pago de sobornos o de dádivas a cambio de contratos de compra, arrendamiento o uso de servicios para el gobierno por parte de particulares, es algo añejo que no se constriñe al último sexenio sino que es de vieja data. Durante el PRIato que gobernó más de 80 años en Tamaulipas eso era práctica común, por no decir obligada. Y ya sabemos que el priísmo ha vuelto a la entidad con renovados ánimos por la puerta grande.

Esa costumbre -en realidad, ilegalidad- ha estado arraigada durante décadas y para que sea desterrada pueden pasar años, pues no es algo que se elimine por decreto, buena voluntad o un mero cambio administrativo.

Por eso adquiere relevancia el compromiso hecho por Américo para combatir esa práctica ilegal que lesiona no sólo las finanzas públicas, sino que genera mayor corrupción que impide avanzar en la búsqueda de mejores condiciones de desarrollo para los ciudadanos.

Aunque hasta ahora no se han dado a conocer casos concretos, detalles o inclusive adelantos de anomalías detectadas en proyectos y obras públicas o el arrendamiento de maquinaria, edificios y equipo, parece que la administración de la Cuatroté tiene la mira puesta en ese tema y no lo va a soltar. Por eso la relevancia de las denuncias y de las acciones legales.

Pero lo importante será que además de las denuncias públicas se presenten las querellas correspondientes ante las autoridades ministeriales. Claro, hay que tener las pruebas sólidas para ello, más que buenos deseos. Si no, solamente será pirotecnia verbal.

En cuanto a las empresas fachada o fantasma, también es un tema que va a generar una amplia conversación pública porque fue en el último sexenio priísta, el de Egidio Torre Cantú, en el que el entonces gobierno entrante de Francisco García Cabeza de Vaca detectó a numerosas de ellas.

Como consecuencia de eso, altos ex funcionarios de la administración de Egidio fueron objeto de indagatorias y al menos uno de ellos pisó la cárcel. Pero a Egidio nadie lo tocó, a pesar de que en una administración es difícil creer que el titular del Ejecutivo desconozca este tipo de situaciones. Se sabe que las empresas factureras o fachada continuaron operando en los Vientos de Cambio, pero con otros aparentes titulares y en diversos giros.

La advertencia de Américo sobre el interés de su gobierno para combatir, eliminar y sancionar los casos de “moches” y de empresas fachadas, es un aliciente para quienes esperan que desde la administración pública se termine con esas prácticas nocivas que vulneran las finanzas estatales.

El inicio de la Cuatroté no decepciona por cuanto hace al discurso ni a los asuntos que dice tener como prioridad. Está en la misma línea que el gobierno de Andrés Manuel y eso le genera la imagen de concordancia que se necesita para impulsar cambios profundos.

Vamos a ver hasta dónde llegan y si en realidad las acciones llevan el sustento jurídico que deben tener, para no incurrir en las mismas situaciones que se han criticado del pasado reciente: El de utilizar el aparato de justicia para fines ajenos a los que tiene establecidos en la ley.

ESCOTILLA

En un hilo de su cuenta de Twitter, el ex gobernador Francisco García Cabeza de Vaca aseguró que no asistió a la ceremonia de cambio de poderes en el Congreso porque no lo invitaron.

También, que estaba en su rancho disfrutando de un descanso con su familia. Dio a entender que estaba en México y en Tamaulipas, para mayor precisión. Por supuesto, hubo reacciones a favor y en contra de esa aparición virtual en redes sociales. Parece que el ex mandatario cumplirá su anuncio de que se mantendrá activo, cuando menos a través de esos medios.

abarloventotam@gmail.com

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