La publicación de la convocatoria para seleccionar al candidato del PAN a la gubernatura de Tamaulipas, da un amplio margen para que se registren todos aquellos que lo deseen y que cubran los requisitos establecidos.

El lapso acordado para que se inscriban los interesados puede dar pie a que los aspirantes conocidos hasta ahora continúen con sus actividades, en el entendido de que lo hecho ha sido en su calidad de servidores públicos y por tanto, no aplican los criterios legales que restringen sus acciones.

En el PAN, la emisión del documento que establece lineamientos para seleccionar a quien será su abanderado para las elecciones del próximo año indica que la dirigencia estatal enviará una terna de aspirantes para que mediante el criterio de prelación -es decir, de mayor a menor importancia-, el Comité Ejecutivo Nacional defina a quien sea su representante. Quienes saben de lo que pasa al interior de Acción Nacional, confirman que las cosas no serán tan tersas como se quiere mostrar.

Para haber tardado tanto en la publicación de la convocatoria es posible que se haya superado el diferendo entre el poder local y el CEN azul, pues cada uno tiene un interés particular sobre la identidad de la persona que quieren los represente en condiciones de competitividad, con imagen fuerte y buena aceptación entre los sectores productivos. Se trata de dos enfoques diferentes, con objetivos distintos en lo general, pero coincidentes en la necesidad de ganar la gubernatura.

¿Hay un riesgo de ruptura en el PAN? No lo veo así, aunque sí es muy real la posibilidad de que surjan fisuras que harán complicado el inicio de la precampaña y en su momento, de la campaña en pos de la gubernatura. Evitarlas dependerá de la habilidad de quien opere los acuerdos, de quien haga los compromisos y ofrezca muestras de que tiene voluntad para cumplirlos.

Para el blanquiazul no se trata solamente de salir bien del proceso interno, sino de trabajar en aspectos como la generación de pactos que tengan la garantía de que van a cumplirse. Eso es vital. También se debe trabajar en la narrativa que tendrá la coalición, para evitar que un planteamiento erróneo de sus propuestas sea contraproducente.

Mientras se llega el momento de definir el nombre del candidato, tanto la dirigencia estatal -o quien realmente manda en el partido- como la nacional, deberán poner en marcha una operación de acercamiento entre todos los interesados, los conocidos hasta ahora y los que salgan en lo sucesivo. Ambos órganos tendrán que convencer con números, con evidencias, con resultados y con mucha credibilidad a la militancia, sobre la decisión que va a tomarse.

No veo a alguno de los aspirantes panistas yendo a impugnar el proceso interno, por más que haya muchos -incluyendo consejeros-, que tengan la certeza de que no hay piso parejo y de que los dados están cargados. Tampoco veo a los panistas en un pleito legal como el que traen en Morena, pero conociendo la forma en que el panismo tradicional trabaja en los procesos electorales, sí debería preocuparle al encargado del partido en el estado la posibilidad de que no se logre la unidad y el apoyo firme a quien sea el candidato.

En lo personal sí veo factores que tendrían que atender quienes impulsan la coalición del PAN con el PRI y el PRD y algunos tienen que ver con la manera en que van a lograr que la sociedad civil participe. En la forma en la que tendrán que buscar que miles de tamaulipecos que se quedaron esperando cambios profundos, se convenzan de tomar parte del proyecto que busca la continuidad de lo bueno y el destierro de lo malo. En la manera en que con hechos, demostrarán que no son iguales a los que se fueron hace 5 años.

Hoy en día, en la carrera panista quienes toman con seriedad las cosas saben que solamente hay dos aspirantes con posibilidades y cualquiera de ellos haría un muy buen papel: Chucho Nader, el Alcalde de Tampico considerado el mejor evaluado del país, el único panista que logró frenar el avance de Morena en Tamaulipas y César Augusto Verástegui, el poderoso secretario general de gobierno, artífice de la estrategia para recuperar la seguridad en las carreteras, fiel y cercanísimo colaborador del gobernador Francisco Javier García. Los más aventurados apuestan a que el tercer aspirante en registrarse será Ismael, el hermano del gobernador que despacha como senador. Es muy probable que forme parte de la terna para completarla.

Vamos a ver si en el blanquiazul se ponen de acuerdo y si la dirigencia estatal está a la altura de la responsabilidad que tiene enfrente, aunque conociendo los antecedentes de ineficiencia y los mediocres resultados electorales, además de la falta de liderazgo, dudo que pueda con el paquete.

abarloventotam@gmail.com

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