No bien terminan de asimilar los panistas el madruguete que les recetó el gobernador con el virtual destape de César Verástegui Ostos como aspirante a la candidatura panista a sucederlo, cuando ya se habla de que en breve habrá más ruido y aumentará la baraja de posibles.

Entre militantes y consejeros del blanquiazul se piensa que siguiendo la misma línea que dio origen al destape cupular de Verástegui, desde el grupo político que tiene el poder en Tamaulipas se prepara el lanzamiento del senador Ismael García Cabeza de Vaca como otro aspirante.

Sí, lo sé: así como muchos de ustedes, pienso que es una hipótesis absurda, por no escribir una palabra que pueda ofendernos. Sin embargo, entre panistas de municipios fronterizos y del centro eso se plantea. Y se rechaza de antemano.

Me parece inverosímil porque si antes que tenía un mayor margen de acción, el Gobernador no pudo imponer sin resistencias la idea de que su hermano podría sucederlo, menos tendría ahora posibilidades sin que se le rebelaran primero dentro del PAN y después, sin recibir el rechazo de buena parte de los ciudadanos.

Y no es que el senador no tenga el derecho legítimo o no merezca la oportunidad como cualquier otro tamaulipeco, pero el sentido común dice que no, por ahora no. Por muchas razones no sería conveniente políticamente para él, para su hermano el gobernador y para el PAN.

El rechazo sería inmediato, instintivo y además, deseable. No es posible pensar que alguien que se dedique a la actividad política y se diga serio piense en eso. Sin embargo, cuando las circunstancias son tan diferentes a hace medio año, que todo puede suceder.

Si el blanquiazul no quiere que permee entre sus militantes y los ciudadanos la percepción de que hay un supuesto acuerdo para entregar Tamaulipas a la 4T en 2022, tendría que esforzarse para presentar un candidato que sea competitivo y surgido de su militancia, no desde el poder.

Ahora, el PAN en Tamaulipas está desdibujado, huérfano de liderazgos y carece de un presidente que tenga nociones de lo que es ser cabeza de un partido.

Insisto en que me parece poco creíble la versión de que Cabeza de Vaca va a destapar a Ismael. Sería una jugada demasiado anunciada, demasiado obvia. Y si algo caracteriza al mandatario es su habilidad política.

No creo que se quiera exponer a seguir recibiendo golpes políticos desde dentro y de afuera de su partido.

Sin embargo, en varios municipios en los que el senador prácticamente impuso a funcionarios en dependencias y organismos públicos -como aquí, en Tampico-, sus cuates hablan de un eventual destape y de un imaginario futuro sin límites, sabiendo que su suerte va atada. Así sucede cuando se juega a la política sin saber lo básico.

Por cuanto hace a la posible inclusión del senador Ismael García Cabeza de Vaca como aspirante a la gubernatura, pienso lo mismo que usted y muchos más: ¿Para qué?

GUEVARA Y LA ALIANZA

Alejandro Guevara Cobos, casi próximo diputado local del PRI será el principal impulsor de la posibilidad de concretar una alianza partidista en Tamaulipas en 2022.

Aunque menguado en su militancia y en votos, el tricolor puede aportar mucho (incluidas sus singulares prácticas de promoción), que ayuden al objetivo del PAN, del PRI y de lo que queda del PRD, para tratar de evitar la llegada de Morena al gobierno estatal.

Desde ahora vaya anotando a Guevara como el diputado tricolor más activo, aún más que el todavía dirigente Edgardo Melhem, quien tira más a ser aliado de Morena.

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