A diferencia de cuando el partido era todopoderoso y tenía una enorme capacidad de movilización para llenar los salones en donde se realizaban sus eventos, en esta ocasión la toma de protesta de los candidatos del PRI en Tampico fue bastante diferente.

Ayer por la tarde, Edgardo Melhem Salinas, dirigente estatal del PRI estuvo en Tampico para encabezar la ceremonia en la que rindieron protesta como aspirantes del tricolor a la Alcaldía, diputaciones locales y federal Mercedes del Carmen Guillén Vicente, Gina Barrios, Carlos Holguín y Alejandro Rubio de la Portilla.

Las restricciones a la concentración de personas que han impuesto las autoridades sanitarias para evitar riesgos de contagios de Covid, obligaron al partido a efectuar la ceremonia con una asistencia muy limitada en su sede local, pero que los militantes y simpatizantes pudieron seguir de manera virtual a través de una plataforma tecnológica.

Este sábado tocará el turno a Madero y Altamira, para terminar de cerrar el círculo de postulaciones en la zona.

En Madero, el acto se llevará a cabo en la sede del partido a las 10:30 horas, con transmisión virtual a través de redes sociales.

Ahí formalizarán su nominación Joel Barragán como candidato a diputado federal por el distrito 7 que abarca Madero y Altamira; Adolfo Martínez Tapia, aspirante a la Alcaldía; Lorena Esteves Hernández, a la diputación local por el distrito 19 y Ricardo Estrada Torres por el 20.

Y en Altamira, Jaime García Contreras contenderá por la Alcaldía y Griselda Sosa Tapia por el distrito 18.

Para los priístas, es el momento de comprobar la resistencia de la militancia, de saber quiénes se quedaron por convicción.

Es temporada de lealtades, de reconocer a quienes mantuvieron su actitud congruente y a pesar de las adversidades, se quedaron en el partido que les dio mucho.

En este proceso electoral, a diferencia del de 2016 cuando disputaron y perdieron la gubernatura y el Congreso, los priístas tendrán dificultades para cumplir su objetivo de movilizar a miles de votantes, de llegar a cientos de lugares y de tener acceso a foros y espacios que antes se les habrían con enorme facilidad.

Hace días platiqué con Gina Barrios, candidata a la diputación federal por el distrito 8 con cabecera en Tampico y parte de Madero.

Ella me decía que ahora, el PRI va a ir otra vez a las colonias, a los negocios, a los mercados y las calles a buscar conectar nuevamente con los ciudadanos. Y no es que antes no lo hiciera, pero con los años, algunos dirigentes y personajes del partido fueron dejando de lado esa parte que al final, les cobró la factura en las urnas.

Me platicó de sus motivos y reconozco que son bastante legítimos, respetables: empatizar con los ciudadanos, escucharlos, recordar juntos que por años ha servido y que esa experiencia la pondrá a disposición de los tampiqueños y maderenses si resulta electa en junio. Y aún si eso no llegara a suceder, porque siempre ha estado vinculada al servicio social.

“Quiero hacer lo de toda mi vida: Hablar con la gente, verla a los ojos, decirles y hacerles sentir que comprendo su situación, que la entiendo y que, como siempre lo he hecho, voy a trabajar para ayudarla, con gestiones, con acciones”, dice.

Gina es, como Mercedes del Carmen, Griselda y Lorena, mujeres que aceptaron el reto de participar en una contienda en la que saben que van en condiciones de desigualdad en cuanto al financiamiento, al desgaste partidista y a la capacidad de mantener y operar una estructura territorial robusta.

Sin embargo, es la lealtad hacia su partido y la convicción de que están actuando con congruencia, lo que las animó en buena medida a decidirse por aceptar la invitación del partido.

Por las complicaciones que enfrenta el PRI en lo financiero, en lo político, en su imagen, no va a ser fácil, lo saben todos.

Pero, también todos y todas tienen claro que están ante una oportunidad extraordinaria de poder demostrar que más allá de los recursos, de la estructura o de estar en el poder a cualquier nivel, los priístas tiene la capacidad de reagruparse, de participar y hacer valer el peso que tengan.

En un ambiente de polarización que ha causado hartazgo y desencanto en la sociedad, entre rencillas y acusaciones, saben que la gente va a voltear a otro lado, a donde encuentre experiencia y lealtad a principios y compromisos.

A ver cómo les va, pero por lo pronto hay que reconocerles el valor de aceptar contender. También merecen la oportunidad de demostrar lo que quieren y pueden hacer. En estas condiciones, no cualquiera lo hace.

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