Justo cuando pensamos que descansaríamos del bombardeo de propaganda política en las precampañas por la gubernatura de Tamaulipas, nos damos cuenta de que estamos en el umbral de una nueva campaña, ahora la de la Consulta de Revocación de Mandato del Presidente López Obrador.

La veda electoral que inició hace días por disposición del Instituto Nacional Electoral (INE) es para evitar que toda autoridad en el país realice actividades de promoción personal o institucional de gobierno, salvo las que tengan que ver con las áreas de educación, salud y protección civil. Lo demás, las acciones o participación del Presidente, gobernadores o Alcaldes hablando de otras cosas o difundiendo obras, está prohibido y por tanto, sancionado por la ley.

La veda electoral que comenzamos no tiene que ver con las elecciones que habrá en Tamaulipas y otros 5 estados en junio próximo, pues para eso falta buen tiempo todavía. Esta prohibición a las voces y actividades de los funcionarios en mención es porque en abril se realizará la Consulta de Revocación de Mandato, que al Presidente López Obrador, a Morena y a sus millones de seguidores se les ha ocurrido que puede ser un buen ejercicio de participación democrática, en una especie de referéndum para medir la popularidad y el sentimiento de quienes siguen creyendo en él, para que siga en el cargo hasta 2024. Algo innecesario, pues.

La medida impuesta por el INE con motivo de la Consulta se ligará con la que tendremos después de ese evento, al comenzar las campañas electorales en Tamaulipas, Oaxaca, Durango, Aguascalientes, Quintana Roo e Hidalgo. Es decir, de esta semana en adelante y hasta las elecciones del primer domingo de junio, nadie, el Presidente, los gobernadores, Alcaldes o funcionarios podrán hacer uso de redes sociales, medios o plataformas para promoverse ellos o las acciones de sus gobiernos, salvo, repito, en los temas permitidos.

Parecería entonces que estaremos ante un escenario en el que los siguientes 60 días tendremos un silencio notable, aunque en los hechos esto no creo que vaya a suceder tal cual. Por un lado, porque los promotores de esa ocurrencia para que se efectué la Consulta van a insistir un día sí y otro también en sus argumentos de querer ejercer un hipotético derecho de llamar a la participación de la gente. También, porque aunque los partidos ni funcionarios podrán hacerlo, en lo personal seguramente sí habrá quienes intenten hacer eso.

El Instituto Nacional Electoral (INE) es el único que tiene la facultad para realizar las tareas de promoción de la consulta, por lo que los partidos, dirigentes o funcionarios identificados a favor o en contra de la Consulta no podrán hacerlo.

Esto es así, porque de antemano se advirtió el riesgo de que la promoción personal que pudieran hacer cientos, miles de personas afines a Morena y a la autollamada 4T de la Consulta, se convertiría en una suerte de propagada disfrazada a favor del partido del Presidente y de él en particular. Para sus opositores, para candidatas y candidatos y ciudadanos que creen que ese ejercicio democrático es un capricho costoso de López Obrador, representaría la posibilidad de estar en desventaja en la competencia electoral que se realizará de abril a junio.

En este contexto, ¿qué es lo que van a hacer César “Truco” Verástegui, Américo Villarreal Anaya y Arturo Diez Gutiérrez Navarro? Bueno, al concluir ayer sus precampañas e iniciar el llamado período de intercampaña, es decir, el impasse entre esta fase del proceso y la campaña, deberán atenerse a lo que dice la ley y realizar solamente actividades privadas, sin hacer difusión de ella, sin llevar a cabo encuentros públicos y madivos o en donde se vea, escuche, lea o sepa de promoción alguna.

¿Les afecta la veda y por añadidura, la promoción que se de la Consulta de la proyección de la imagen del Presidente y de su gobierno? En esencia, sí porque de lo único que se hablará será de eso. Pero, de acuerdo con lo que vimos en las precampañas, lo que suceda en Tamaulipas puede tomar un rumbo un tanto diferente de la dinámica que se vive en el resto del país.

Los tres precandidatos a la gubernatura terminaron ayer con sus actividades: Américo en Reynosa, la ciudad con el mayor padrón electoral del estado, en donde quedó de manifiesto la unidad que ha logrado el senador con licencia durante sus recorridos por la entidad. Todas las encuestas conocidas le dan una sólida ventaja, como la de la firma Enkoll, publicada en El Universal, en donde le lleva más de 30 puntos al aspirante panista.

Por su parte, “Truco” Verástegui hizo lo mismo en Victoria, en donde apuesta por lograr recuperar la capital y tener un impulso fuerte con las alianzas logradas con sectores del PAN, PRI y del PRD. Al ex Secretario General de Gobierno, El Financiero le da una ventaja de 4 puntos sobre Américo, según la encuesta de esta semana. Si esto es cierto, estamos ante un fenómeno extraordinario y la tendencia marca que así iría hacia arriba en los siguientes meses. Vamos a ver.

Y finalmente, Arturo Diez Gutiérrez Navarro de Movimiento Ciudadano, quien terminó en la frontera su precampaña. El millonario precandidato aprovechó estos 40 días para conocer el estado y presentarse como alternativa en el escenario político. Con sus números que oscilan entre el 6 y el 13%, Arturo no pinta en la contienda, pero su papel será el de tratar de conseguir la mayor cantidad posible de votos para ser tomado en cuenta como aliado de alguno de los otros dos aspirantes. No parece dar para más.

abarloventotam@gmail.com

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