Discreto -como fue su gestión de semanas-, Carlo Alberto González Portes encabezó el fin de semana una sesión del Cabildo de Ciudad Madero en la que, atendiendo una obligación legal, leyó un mensaje después de entregar el documento calificado como tercer informe de gobierno.

Era el último de la actual administración municipal que inició Adrián Oseguera Kernion y que, debido a que asumió su cargo como diputado federal, dejó como tarea a su suplente Carlo Alberto.

González Portes disfrutó el momento, porque aunque fueran solamente unas semanas, pudo despachar como Presidente Municipal. Era un viejo sueño que tuvo desde hace casi dos décadas, cuando militaba en el Frente Juvenil Revolucionario (FJR) del PRI en Tampico.

Después de liderar -en teoría, claro- las juventudes revolucionarias priístas, Carlo llegó como regidor del tricolor al Ayuntamiento de Tampico, en donde fue arropado por el entonces Alcalde Fernando Azcárraga López. Ahí vio que había un mundo de posibilidades para crecer en la política, sobre todo porque tenía el irrestricto apoyo paterno.

El todavía joven aprendió de Azcárraga y también de las experiencias de su padre Alberto González Enríquez, para relacionarse con personajes destacados de la política en el puerto. Su progenitor había sido tesorero municipal en Tampico y en Ciudad Madero. De eso, hay muchas referencias.

Pero decía que para el Alcalde en funciones de Madero fue una buena oportunidad de mostrar los resultados del trabajo que, desde la tesorería municipal primero, luego como Presidente Municipal Suplente, tuvo en este gobierno con Adrián Oseguera. Fue y es una responsabilidad compartida en todos los sentidos.

Carlo enlistó algunas de las cosas que se hicieron en Madero y que le permitieron a Oseguera poner a su gobierno como la plataforma de proyección de sus aspiraciones, primero a la gubernatura, luego a una senaduría y después a una diputación federal.

En este segundo período, Adrián fue acompañado por un equipo de colaboradores, entre ellos González Portes, a quien le encargó el manejo del dinero a través de la tesorería municipal.

En el reducido espacio de la Sala del Cabildo de Madero se las arreglaron para que asistieran la veintena de regidores, funcionarios, empresarios, representantes de organizaciones sociales y de sectores productivos.

Como decía, fue un acto discreto, muy a tono con el perfil del Alcalde en funciones y aunque le correspondió la tarea de entregar todo a la nueva administración, al menos tuvo la fortuna de verse citado como Presidente Municipal entregando un informe de gobierno. Esa parte del sueño puede considerarla cumplida.

Entre las cosas que mencionó Carlo Alberto en el informe de gobierno de Adrián, está la entrega de 39 cuadras de calles pavimentadas con recursos estatales y federales. En palabras del Alcalde en funciones, Madero rompió un récord en materia de pavimentación.

Pero el exdirigente juvenil priísta en Tampico también habló de la llegada de inversiones públicas para contar con una mayor infraestructura educativa, deportiva, social, además de una intensa promoción de Playa Miramar, convertida desde hace años en el destino turístico de mayor afluencia en el estado.

Si bien, cumplir con lo que dice la ley y entregar el último informe de gobierno de la administración municipal que encabezó por unas semanas puede no ser muy grato para muchos, para Carlo no fue así. Está muy contento, según se sabe, porque además habrá un vínculo muy cercano con el nuevo Cabildo a partir del 1 de octubre.

Su caso es interesante porque desde sus años de dirigente juvenil del PRI trazó su ruta de carrera política y tuvo padrinos que lo apoyaron. Sus amigos lo califican como un buen tipo y en su momento, más de uno pensó que si iba en serio eso de que quería ser candidato a la Alcaldía, si en realidad quien lo alentó a buscar la nominación lo apoyaba, podría haber hecho mucho más. No fue así.

Mínimo lo ubicaban como candidato a diputado local, porque su aceptación era buena, según sus cercanos. Su oratoria e hiperactividad eran elementos que podían ayudarle, pero a final de cuentas alguien lo dejó solo y tampoco pudo ser candidato a la Alcaldía. Era absurdo pensar que podía ganarle la carrera interna a Erasmo González, hoy Alcalde electo.

Ahora, Carlo Alberto tendrá mucho tiempo y seguramente, información valiosa para ir delineando un plan que le ayude a regresar a la política en Madero, a fortalecer sus relaciones y a adaptarse a la nueva realidad dentro de Morena. Atrás quedaron sus años de intensidad priísta y de legítimo interés por hacer una carrera sólida dentro del tricolor.

Ya instalado en Morena, con la experiencia de haber sido Alcalde en funciones unas semanas, aspirante –fallido, pero aspirante-, a la candidatura a la Presidencia Municipal, Carlo Alberto puede decir que lo que le tocó hacer fue de manera aceptable. Pudo haber sido mejor, pero fue lo que se pudo.

¿Y al final? Pues entregó un documento, cumplió con la ley, leyó un mensaje ante un reducido número de espectadores y después de eso salió con la misma discreción. En ese último acto como Alcalde de Ciudad Madero, no aparecieron los contingentes de simpatizantes, los grupos de colonos y de ciudadanos que tradicionalmente son objeto de atención por parte de las autoridades. Así es esto.

ESCOTILLA

Duraron unos pocos días las escaramuzas verbales y las declaraciones cifradas que dio el dirigente del sindicato de empleados municipales Azael Jonathan Portillo Alejo, en contra de la presunta intención de darle entrada en el Ayuntamiento de Madero a otra organización laboral.

Para fortuna de los involucrados, particularmente de Azael Jonathan, parece que las cosas quedaron solo en un intento infructuoso por restarle poder al SUTSHA en el control de los empleados municipales.

Por ahora, el asunto puede considerarse resuelto a favor del sindicato oficial que heredó Azael Jonathan de su padre Andrés Portillo Villegas.

abarloventotam@gmail.com

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