El próximo lunes, a la par con el inicio de un nuevo ciclo histórico en la vida política del país, Tampico entrará en una fase de renovación con la protesta de Mónica Zacil Villarreal Anaya como Alcaldesa.

Aunque Claudia Sheinbaum tomará posesión al día siguiente como primera Presidenta en la historia de México en 200 años de vida independiente, el cambio de poderes en Tampico se realizará el lunes 30 de septiembre y también será un hecho histórico.

El acto protocolario se llevará a cabo en la explanada del edificio de la antigüa Aduana Marítima a partir de las 6 de la tarde, de acuerdo con lo que ha trascendido.

Al evento han sido convocados representantes de la sociedad civil, del sector privado y autoridades de los distintos ámbitos de gobierno, para atestiguar la asunción de Mónica Zacil Villarreal Anaya como Alcaldesa de Tampico.

Hay enormes expectativas por ver cómo inicia este nuevo capítulo en la historia de la ciudad, debido a todos los factores que influyen en esta etapa, como es el hecho de que será el primer Ayuntamiento emanado de Morena en Tampico.

Al estilo de Mónica -discreto, prudente, moderado -, el próximo gobierno municipal se anticipa responsable en el gasto público, disciplinado y con un enfoque en la aplicación de programas y acciones alineados con la Cuatroté.

La Alcaldesa electa no ha dejado de tener actividades desde una semana después de su triunfo en las urnas, lo cual se nota en el avance logrado al definir algunas líneas de acción para su administración.

Parte de sus labores ha sido la integración de un equipo de colaboradores que la apoyaron en la transición y que harán lo mismo durante el arranque del gobierno local.

La base del grupo de trabajo de Mónica es un círculo de personas cercanas, que tienen en común la confianza, la capacidad y el compromiso de trabajar en las cosas que se necesitan para seguir mejorando las condiciones de vida de la gente.

El primer gobierno de Morena en Tampico genera expectativas positivas, porque de antemano se anticipa como una administración que no apostará por la ruptura y la confrontación entre los propios tampiqueños, sino por la construcción de consensos en favor de la ciudad.

El estilo personal y la historia de vida de Mónica así lo indican: No a la radicalización, no a la confrontación, pero sí a la clarificar las responsabilidades de cada quien.

Este nuevo capítulo en la historia de Tampico es prometedor y puede visualizarse que en los siguientes tres años, la cercanía y el respaldo del gobierno estatal a la administración de Mónica se van a notar claramente.

Y como es de esperarse, como lo demuestra la historia, más que un partido o una ideología, lo importante será el objetivo de promover el bien común, el desarrollo de Tampico y la conservación de la imagen que tiene como ciudad modelo a nivel nacional.

LA REFORMA QUE PERMITIRÁ DETENER DIPUTADOS

Con el voto en contra de la oposición y la abstención de varios de sus integrantes, la mayoría morenista en el Congreso aprobó ayer una reforma legal que permitirá a la Fiscalía General de Justicia (FGJ) la detención de diputados acusados de cometer delitos antes de asumir su cargo.

Esto significa que con esta modificación, elementos policíacos -armados, claro- podrán ingresar a la sede del Poder Legislativo para aprehender -con el uso de esposas y lo necesario para ejecutar los mandatos de detención-, a cualquier legislador que sea considerado presunto responsable.

La medida tiene un impacto más allá de lo coyuntural y es un asunto que debería ocupar la atención no solo de los representantes de los partidos en el Congreso, sino de la sociedad en general, de los partidos, de los actores económicos y de los liderazgos que cohabitan en la vida pública.

No se trata de si se aplica la ley a Ismael García Cabeza de Vaca o a cualquier otro diputado a quien se haya comprobado que cometió delitos, pues es una cuestión de sentido común, ya sea que enfrenten acusaciones por desviar recursos, pelear, agredir a otros o pedir “moches” a proveedores mientras se ejerce un puesto burocrático.

Tampoco es deseable que cualquier legislador -hombre o mujer, quien sea-, se escude en el fuero que otorga un puesto de elección popular para cometer tropelías, pero sí se trata de un asunto que va más allá de lo legal.

Es un tema de congruencia con la independencia de los poderes y en particular, de la sede que alberga a uno de ellos.

La modificación legal ya estará vigente para que en la próxima Legislatura local que comienza el martes 1 de octubre, si hay diputados que tienen algún proceso en marcha o han sido acusados de presuntos ilícitos, pueden ser detenidos si así lo determina la autoridad.

No importará si llegan a solicitar su credencial como integrantes del Poder Legislativo, si están dentro de la oficina que les hayan asignado o en el baño: Serán detenidos por elementos policíacos y esposados como cualquier presunto delincuente, para ser llevados ante la autoridad que los requiera.

El caso da para ser analizado con detalle, porque como decía, su impacto político trasciende lo coyuntural y más bien parece un acto que en su impulso y aprobación, no fue evaluado con detenimiento. Pero de eso hablamos después.

ESCOTILLA

De los morenistas que se han visto activos ahora que asumieron sus cargos como diputados federales destacan dos: Carlos Canturosas Villarreal, de Nuevo Laredo y Adrián Oseguera Kernion, que llegó por la vía plurinominal, aunque fue Alcalde de Ciudad Madero durante dos períodos, el segundo de los cuales aún no termina.

Ambos, uno en el norte y otro en el sur, son personajes que han delineado una estrategia que busca afianzar su presencia mediática, como elemento básico para dar a conocer sus labores en la Cámara de Diputados.

De las mujeres, aunque tres llegaron al Senado –Olga Sosa, Imelda Sanmiguel y Maki Ortiz-, solamente las primeras dos han mostrado públicamente parte de sus actividades.

abarloventotam@gmail.com

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