El proceso de entrega recepción más terso y en donde más coincidencias existen entre quienes llegan y se van, es el que se lleva a cabo actualmente en Tampico.

El hecho de que tanto la Alcaldesa electa Mónica Villarreal Anaya como varios de los regidores que asumirán sus cargos el 1 de octubre hayan formado parte de la administración municipal que está por terminar, es una ventaja en todos los sentidos.

Primero, porque ya saben cómo están las cosas: Cada decisión, acción y movimiento relacionado con obras públicas, finanzas, personal, proyectos de infraestructura, licitaciones de equipo inservible, compras y demás asuntos que atañen al manejo de los recursos públicos confiados al Ayuntamiento, fue conocido, aprobado y respaldado por ellos como integrantes del Cabildo saliente.

Esto incluye por supuesto a quienes formarán parte de la nueva administración municipal y que, aunque con los matices propios de la idea personal de cómo se hacen las cosas, darán continuidad a lo bien hecho.

En segundo término, porque los resultados del trabajo de un Cabildo plural están a la vista y el mejor testimonio es que en el Ayuntamiento que entrará en funciones el 1 de octubre , habrá varios integrantes del actual. Es decir, no son los mismos, pero sí han sido partícipes de lo que se ha hecho.

El reconocimiento de lo realizado correctamente es consecuencia del trabajo efectuado lo mismo de quienes se van y de los que se quedarán como parte de un nuevo gobierno, aunque de diferente filiación partidista.

Decía que el proceso de entrega recepción en Tampico es terso, cordial y bastante fluido por el antecedente de que los integrantes de los Comités saben cómo están las cosas y lo que hacen como parte de este procedimiento legal, es darle formalidad al traspaso de los bienes y recursos municipales.

De acuerdo con esto, el proceso ha alcanzado un avance superior al 30%, pues todos sus integrantes han estado trabajando arduamente para recopilar información detallada de las diversas áreas del gobierno municipal y revisando exhaustivamente cada uno de los documentos recibidos.

Las labores del Comité designado por Mónica las encabeza Carlos García Porres, vocero y miembro del mismo órgano. Por cierto, a García Porres se le menciona como posible próximo Secretario del Ayuntamiento para el período 2024-2027.

De acuerdo con Carlos García, lo que se ha hecho en las semanas que lleva coordinando la transición, es recopilar información detallada de las diversas áreas del gobierno municipal, revisando exhaustivamente cada uno de los documentos recibidos.

Aunque se ha logrado un progreso significativo, aún quedan por entregar información clave de secretarías importantes como la Presidencia, Atención Ciudadana, Comunicación Social, Logística y Eventos.

Como se dijo desde el principio, tanto el Alcalde saliente Chucho Nader como su sucesora Mónica Villarreal trabajan en un ambiente de cordialidad, sabedores de que las cosas tienen que transcurrir en ese tono para lograr una transición ordenada y eficiente, con el objetivo de garantizar la continuidad de los servicios y programas municipales.

Los miembros de ambos comités tienen hasta el 30 de septiembre como plazo para concluir el proceso, fecha en la que se realizará el acto formal de toma de posesión de Mónica, aunque legalmente asumirá sus funciones hasta el día siguiente.

En estas semanas, los miembros designados por Villarreal Anaya han estado revisando detalladamente facturas, convenios y contratos, con el objetivo de garantizar una transición de gobierno transparente, armoniosa y sin sorpresas.

De hecho, el énfasis es en eso, porque como decía, tanto la Alcaldesa electa como varios regidores que repetirán en sus cargos conocen y han aprobado todas las acciones y decisiones, incluyendo las cuentas públicas. Así que nadie puede decirse sorprendido si hay algo que no esperan.

EL CASO DEL HIJO DE CABEZA DE VACA

Por donde se quiera ver, haya o no una denuncia formal, el simple hecho de hacerlo públicamente llama la atención y obliga a que las autoridades federales -responsables de prevenir y combatir delitos de esa índole-, atiendan, investiguen y resuelvan.

Hace un par de días el exgobernador Francisco García Cabeza de Vaca publicó en su cuenta en la red social X que uno de sus hijos fue interceptado por un grupo de personas armadas, mientras transitaba en un vehículo en el tramo carretero Aldama-Soto la Marina.

Por fortuna, dijo el exmandatario, la intervención pronta de sus escoltas permitió ponerlo a salvo. Ayer, sus abogados presentaron la denuncia de hechos ayer, pidiendo la investigación correspondiente.

Mientras, la Vocería de Seguridad del gobierno del estado dijo que aunque a la hora en que emitió su pronunciamiento no se tenía noticia de la querella, se iniciaron las indagatorias.

Más allá de las coincidencias o no con el padre, el asunto involucra a un menor cuya integridad estuvo en riesgo. Independientemente de que Cabeza de Vaca tenga o no diferencias con quien sea, el tema es más profundo.

Lo acertado es la rápida acción de las autoridades para comenzar a investigar, aclarar y sancionar las conductas ilegales que evidentemente hubo. Lo bueno, es que el menor no sufrió daño físico alguno, aunque en lo psicológico sin duda hay efectos.

Lo único lamentable a final de cuentas es que este tipo de acciones, afecten o no a familiares de políticos, son consecuencia de la impunidad con la que durante todo el sexenio de los abrazos han operado los trasgresores de la ley, alentados por la tolerancia que les brindan las autoridades federales.

Y sí, cualquier padre o madre de familia tiene razón en indignarse justamente por la indolencia cómplice de quien teniendo la responsabilidad legal, evadió aplicar la ley para, en vez de eso, repartir abrazos.

abarloventotam@gmail.com

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