Ayer por la tarde, los dirigentes nacionales del PAN, PRI y PRD formalizaron la coalición parcial “Va por México”, con la que buscarán ganar la mayoría legislativa en los comicios de 2021.
El objetivo es muy claro y no tiene nada que ver con el romanticismo de los puristas, que entienden la política como una actividad en la que la ideología debe ser conservada y defendida férreamente ante cualquier situación.
Hace unos días ya había comentado el tema y dije que se trataba de pragmatismo puro, pues la búsqueda del poder es uno de los fines primordiales de todo partido o institución que realiza este tipo de actividades políticas.
Hay quienes a priori, desacalificaron la posibilidad de una alianza opositora en la que se unieran PAN y PRI más que del blanquiazul con el PRD.
El asunto no tiene mucho para darle vuelta, pues se trata simple y sencillamente de la unión de diferentes fuerzas políticas, quizá ideológicamente contrapuestas, que buscarán ganar la mayoría de los distritos electorales federales para arrebatar a Morena el control de la Cámara Baja.
No se trata de sacrificar la ideología y buscar el poder per se, sino de ser frío y congruente para perseguir un bien mayor, que es el de contener el avance de un adversario que cada vez se vuelve más hegemónico.
Se trata de entender que es política y que más que lo ideológico, los principios son lo más importante.
Por eso no debe extrañar esa alianza parcial en 179 distritos electorales federales: La oposición tradicional se dio cuenta desde hace tiempo que solamente presentando un frente unido, podrá convertirse en una posibilidad real para los ciudadanos que buscan el equilibrio entre los poderes Legislativo y Ejecutivo cosa que actualmente no existe.
Aunque la formalización de esta coalición va a seguir dando pie a descalificaciones por parte del Presidente López, de su partido y de los aliados que tiene en el Congreso, es innegable que era la única forma de poder enfrentar en condiciones medianamente competitivas el proyecto de la autollamada 4T.
Será este miércoles cuando las dirigencias nacionales de esos partidos van a registrar la coalición Va por México ante las autoridades electorales, con lo que podemos anticipar que se van a intensificar los señalamientos y ataques que forman parte del eje central de la narrativa presidencial, en el sentido que esos partidos forman lo que López Obrador ha llamado siempre “mafia del poder”.
¿Qué tan eficaz va a ser esa coalición para conseguir los votos suficientes que representen la mayoría de las diputaciones federales que van a disfrutar se en 2021? Eso lo sabremos hasta entonces, pero puede usted apostar a que desde hoy, la narrativa de Morena y del Presidente va a girar en torno a la aceptación pública de la existencia del llamado PRIAN, una especie de némesis de López Obrador en su lucha por el poder desde hace décadas.
A esta coalición se han sumado de alguna forma organizaciones de la sociedad civil y de intelectuales, que ven esta unión como un instrumento pragmático para que quienes piensan diferente al Presidente López y Morena, pueden aglutinarse y hacer esfuerzos para buscar el equilibrio tan necesario en el ejercicio del poder en México.
CANDIDATURAS: RUMORES Y CERTEZAS
Desde el lunes, diferentes lugares y grupos comenzaron a correr los rumores que muchos dieron como certezas, al referirse a la eventual designación de candidatos por parte del PAN a las Alcaldías y diputaciones por la zona sur.
Más allá de las preferencias de unos y otros, de confirmarse las versiones sobre los personajes que según esto va a designar el PAN de manera formal en los próximos días, está el hecho inobjetable de que no son todos los que se habían mencionado y tampoco, que varios de los que están en esta lista hipotética van a conseguir el triunfo en 2021.
En la evaluación de los perfiles, seguramente no se sopesaron todos los negativos de más de un aspirante, ni los antecedentes de militancia multipartidista, pues se prefirió el posicionamiento entre los electores potenciales y la disponibilidad de recursos económicos para hacer campañas.
Pero efectivamente, de confirmarse, significaría que se tomaron decisiones pragmáticas en aras de conservar o recuperar posiciones políticas, dejando de lado ideologías para pensar solamente en la búsqueda del poder.