Esa es la pregunta que muchos se hacen dentro del PAN: ¿Cuándo se va el “Cachorro” de la presidencia estatal del partido, después del fracaso electoral?

La brutal derrota que tuvo el PAN en los comicios del mes pasado en Tamaulipas, alentó los rumores que ya se venían escuchando desde marzo.

El impacto político del desafuero fue directo al gobernador, quien trasladó sus efectos al PAN. El partido -que carece de liderazgo formal real-, postuló en numerosos municipios a candidatos y candidatas que finalmente sucumbieron en las urnas ante la poderosa maquinaria federal que estuvo detrás de Morena.

En otros lugares, una derrota de esa magnitud hubiera significado la inmediata salida del partido de los dirigentes y responsables de la operación política y electoral, pero aquí no ha sucedido así.

En vez de eso, menos de un mes después de la derrota, el encargado estatal del partido tuvo que salir a hacer eco del virtual destape que hizo el gobernador de su Secretario General de Gobierno, como aspirante a la candidatura al gobierno estatal.

Luis René Cantú Galván, conocido por el mote de “Cachorro”, ha realizado unas cuantas sesiones del Consejo Estatal, sin ser lo suficientemente honesto en el reconocimiento de los errores.

Es evidente que desde la dirigencia estatal del blanquiazul -o de la oficina desde donde se hayan impuesto candidatos-, se hizo una lectura errónea del escenario político.

Las decisiones de designar candidatos no se toman solamente en el partido, sino en otras áreas en las que se tiene el control y el pulso de lo que sucede en el ánimo de la sociedad.

Los encargados de tener la información sensible de Morena y del propio PAN, no hicieron bien el diagnóstico para delinear una estrategia adecuada para hacer campañas ganadoras y por ende, las postulaciones de sus abanderados no resultaron suficientemente atractivas a los electores. Esa es también una tarea pendiente: la renuncia o despido de quienes no hicieron bien su trabajo en la parte política y de análisis prospectivo.

A más de un mes de las elecciones, el dirigente del partido sigue en su puesto y no se sabe de ajustes internos, a pesar de que es algo necesario.

En el gabinete, además, no se han anunciado movimientos, aunque no se descartan pronto, para poder prepararse ante el próximo proceso electoral.

Hace días, un destacado miembro del blanquiazul me confirmó que al interior del partido se ha extendido un sentimiento de molestia e inconformidad básicamente por 2 razones: la falta de autocrítica de Cantú Galván por los malos resultados así como por el destape tempranero de Verástegui.

La inconformidad es evidente, pero nadie quiere hablar abiertamente, porque hay cierto temor a las reacciones.

Tienen claro, eso sí, que si el PAN quiere ganar, debe abrir a la participación de los militantes el proceso para seleccionar a su candidato o candidata a la gubernatura.

Adelantar los tiempos con madruguetes, no buscar consensos desde antes de destapar a aspirantes y negarse a hacer un ejercicio de reconocimiento de errores, no ayuda a cerrar heridas y a quitarse la sensación de imposición cupular.

CAMBIOS EN DEPENDENCIAS

Hay versiones que hablan de algunos cambios que ya se decidieron y que van a anunciarse pronto, para ponerse a trabajar en la operación territorial de cara al siguiente compromiso electoral.

Dos de los movimientos que se mencionan son los de Ciro Hernández Arteaga, excandidato a la Alcaldía de Altamira, así como la exregidora maderense Cristal González, de quienes se dice que se integrarán a un área importante.

Los enterados afirman que esos enroques en la estructura son alentados desde la Secretaría General de Gobierno. Quién sabe.

LA CEAT Y EL DESABASTO DE AGUA

La Comisión Estatal de Agua de Tamaulipas (CEAT) es quien finalmente tiene responsabilidad por el funcionamiento de los entes encargados de operar las redes de agua potable en la entidad.

En muchas colonias del norte de Tampico, hay miles de familias sin servicio desde la semana pasada.

Están sin abasto y muy molestos porque en Comapa no resuelven el problema.

Ojalá que Luis Pinto, titular de la CEAT, haga algo para poner orden en la zona. Es un asunto de vital importancia y ya hay suficientes problemas como para cargar con más inconformidad ciudadana en los meses previos a la sucesión.

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