En poco más de un mes de haber surgido como aspirante a la candidatura presidencial del Frente Amplio por México, la senadora Xóchitl Gálvez ha logrado aglutinar en torno suyo importantes respaldo de grupos sociales, empresariales, académicos y políticos en el país.
En el caso de Tamaulipas, no sorprende que haya recibido tácitamente el apoyo del ala más representativa del panismo tradicional, porque conociendo el contexto de lo sucedido en el último año y la forma en la que el cabecismo trató a los panistas que no comulgaban con Francisco, Ismael y el resto de su cofradía, se entiende por qué Xóchitl recibió el impulso de figuras muy representativas del blanquiazul en la entidad.
El fin de semana, el Alcalde de Tampcio, Chucho Nader -calificado durante más de dos años como el Mejor Evaluado del país-, se adhirió a un amplio grupo de figuras panistas de México que respaldan las aspiraciones de Xóchitl, en su búsqueda de la nominación opositora a la Presidencia de la República.
Chucho, invitado especial a la reunión que encabezó el dirigente nacional del PAN, Marko Cortés en la que estuvieron personajes como la diputada federal Margarita Zavala y otros panistas destacados en el ámbito nacional, brindó su respaldo político y personal a la senadora Gálvez, quien ha sorprendido por el crecimiento en sus niveles de aceptación entre la gente.
Quizá usted se pregunte por qué es importante hablar del apoyo del panismo tradicional más representativo de Tamaulipas a Xóchitl en vez de ofrecérselo a Francisco, el ex gobernador. La respuesta es simple: Porque tanto el ex gobernador como su hermano Ismael, el senador, su exsecretario general de Gobierno, Gerardo Peña Flores y unos cuantos cercanos desplazaron a los panistas de toda la vida, impusieron de manera avasalladora sus decisiones, a sus candidatos y un estilo que a final de cuentas lo que logró fue que con la confrontación directa con el Presidente López Obrador, el PAN perdiera la gubernatura.
De la debacle panista atribuida totalmente a la forma en que Francisco e Ismael manejaron a su an tojo presupuestos, candidaturas, el Congreso y hasta el partido, colocando nuevamente al encargado actual Luis René “Cachorro” Cantú, solamente se pudo rescatar Tampico, en donde el panismo tiene raíces profundas y fuertes sustentadas en la poderosa clase empresarial, pero también con una sólida base social obtenida gracias al trabajo de personajes como Nader, que han dado resultados a la gente en el ejercicio de gobierno.
Y aunque Chucho jamás se confrontó con Francisco y su grupo, mantuvo siempre la lealtad institucional hasta que fue sostenible seguir sin tomar personales los pleitos del ex gobernador. Aunque resistió todos los embates que de manera ruin le dirigió Ismael a través de personeros como Jorge Rivera Schotte y su subordinado Gabriel Guerra desde Comapa, los ciclos terminan y como en este caso, la visión de estar con una propuesta viable se entiende. Los compromisos mutuos se cumplieron también y sobradamente.
Me explico: Las aspiraciones de Francisco para querer ser el candidato del Frente Amplio por México a la Presidencia de la República están sostenidas en una base de barro.
El ex gobernador puede decir que todas las acusaciones en su contra fueron sin sustento y que no hay delitos qué perseguir. Pero el hecho irrefutable es que no vive en México, que no se ha aparecido ni en su registro y que tampoco el panismo al que desplazó le tiene confianza. Vamos, para haberle entregado su respaldo a Xóchitl ya es suficiente muestra del rechazo a la cofradía cabecista.
Lo que se ve es una fuerte corriente de panistas tamaulipecos sumándose a las aspiraciones de la senadora Gálvez, básicamente por dos grandes motivos: Primero, porque la consideran la opción que políticamente puede redituar más al proyecto de recuperación del maltrecho partido y segundo, porque la animadversión hacia Francisco es enorme. Simple y sencillamente por eso.
Además, no se necesita ser demasiado listo para saber que lo que el exgobernador busca es fuero para evitar ser detenido por el gobierno federal, con el que no ha terminado el pleito.
Su intención de inscribirse en el proceso interno es presionar de tal manera que la dirigencia nacional del PAN lo coloque en un lugar preferencial en las listas de plurinominales, tratar de conseguir que su hermano Ismael repita como candidato al Senado y obtener la otra candidatura asegurada para una mujer, para sus cercanas.
¿Qué va a pasar con las aspiraciones de Francisco y Xóchitl? Lo más seguro es que el panismo tamaulipeco más tradicional, el que sabe que debe remar a contra corriente para recuperar su imagen tras el desastre que dejaron Francisco, Ismael, el motejado “Cachorro” y Gerardo Peña con sus cófrades, apoye a Gálvez, profundice su distancia respecto al cabecismo y logre sacar adelante la precandidatura de Xóchitl.
Ya el proceso electoral abierto por la Presidencia es otra cosa, pero mientras, debe entenderse esto como la más clara muestra del rechazo panista al cabecismo que sigue vivo y aún da coletazos.
EL SALTO DE PEÑALOZA
En el proceso electoral pasado, el entonces regidor de Tampico Víctor Hugo Peñaloza buscó afanosamente la posibilidad de que Morena lo postulara a un cargo de elección popular. Ya fuera la Alcaldía o una diputación, Peñaloza se sentía suficientemente preparado para ello.
Víctor Hugo ha sido uno de los militantes más activos del partido en el sur de Tamaulipas y aunque hizo un trabajo permanente de contacto con los miembros de Morena, así como actividades de difusión de los logros de la Cuatroté y hasta frecuentemente organizaba foros para promover la ideología del proyecto de Andrés Manuel, hubo grupos internos que le impidieron ser candidato.
Sin embargo, permaneció firme haciendo su labor como militante y tras unos meses de receso parcial, fue invitado a integrarse al gobierno federal, en donde lo designaron como Subdirector en la Dirección General de Coordinación Operativa, del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública. El salto es importante y nos da cuenta de las conexiones de Peñaloza en esos niveles de la Cuatroté.
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